Pablo Testa
En esta sección se presentan los resultados comparativos más agregados. El gráfico 1 presenta el valor del indicador de competitividad estratégica para las cinco categorías de análisis utilizadas. El valor más alto es el de tecnologías de información y comunicación con 62,6% del máximo posible; seguido del indicador de aprendizaje tecnológico con 50,6%; vinculaciones técnicas externas con 41,4%; infraestructura de I+D e ingeniería con 31,4% e impacto económico de las innovaciones con 30,3%.
Gráfico 1
Indicador de competitividad estratégica
de la dimensión tecnológica por categorías de análisis
El siguiente gráfico muestra la distribución de los indicadores según el nivel alcanzado
Los gráficos 3 y 4, denominados gráficos de caja presentan la distribución por cuartiles de cada uno de los indicadores. El extremo de las líneas señalan el valor mínimo (máximo) de la distribución, mientras el borde del rectángulo identifica el primer (tercer) cuartil respectivamente. La longitud del rectángulo central muestra el rango donde se encuentra la mitad de las empresas. El gráfico 4 muestra la distribución del indicador de competitividad estratégica por tipo de empresas, destacando que la empresa con el valor más alto (de ingeniería) supera el 80% y que la peor empresa (de construcción y servicios a campos petroleros) es algo menor de 20%, lo que significa que la gran mayoría de las empresas deben mejorar sustancialmente sus capacidades si pretenden ser competitivas. Las empresas de consultoría son las que, en general, poseen los valores más altos del indicador de competitividad estratégica, pero que también son bastante heterogéneas. Las empresas de construcción son muy homogéneas a excepción de las que están en el cuartil superior, pero con valores extremadamente bajos del indicador. Las empresas de manufactura poseen valores intermedios y son relativamente homogéneas.
Gráfico 3
Distribución del ICE en la dimensión tecnológica (mínimo, primer
y tercer cuartil, máximo) según categoría de análisis
Gráfico 4
Distribución del ICE en la dimensión tecnológica (mínimo. primer y tercer cuartil, máximo)
según tipo de empresas
El indicador tecnologías de información y comunicación ocupa la posición más elevada entre los cinco indicadores generales, alcanzando un valor de 62,6%, doce (12) puntos más frente al que le sigue que es el de experiencias de aprendizaje tecnológico. Esta situación expresa que, en general, las empresas han realizado una intensa incorporación de equipos de computación y, en menor medida, pero de manera creciente, se comunican por medios electrónicos.
Por tipo de empresas, las de ingeniería y consultoría presentan la mejor dotación, pues el indicador es de 70,4%, superando por casi diez (10) puntos a las de manufactura y quince (15) a las de construcción y servicios a campos petroleros.
La diferencia anterior se debe principalmente a que la totalidad de las empresas de ingeniería y consultoría tienen conexión a Internet frente a 89% y 72% en empresas de manufactura y construcción (gráfico 4), y la utilizan para buscar información ante 72% y 79% respectivamente; y también a que más de las tres cuartas partes de estas empresas utilizan la conexión para hacer negocios, mientras sólo la mitad de las empresas de construcción lo hacen y apenas la tercera parte de las empresas manufactureras. Las firmas de construcción también muestran cierto retraso en cuanto al equipamiento en las áreas de producción e investigación y desarrollo (en el caso de esta última porque la inmensa mayoría no realizan este tipo de actividad).
Gráfico 5
Conexión y usos de Internet
En cuanto al tipo de sistemas, el aspecto más importante es que 85,7% tienen redes informáticas, lo que permite, en teoría, un elevado grado de comunicación e integración.
El desempeño del indicador para la mayoría de las empresas es satisfactorio, pues más de la mitad de las empresas tienen un desempeño excelente (10%) o alto (47%), mientras 35% tiene un desempeño medio y 8% es bajo (gráfico 2).
Asimismo, para este indicador el comportamiento de las empresas es más homogéneo, ya que para las empresas que están entre el primer y el tercer cuartil (es decir para la mitad de las empresas) el indicador alcanza valores entre 57% y 71%, tan sólo catorce puntos de diferencia. Las colas superior (el 25% de las empresas con valores del indicador superiores a 71%) e inferior de la distribución (25% de las empresas con valores inferiores a 57%) están un poco más dispersas; el ICE para la mejor empresa alcanza el valor 100%, mientras que el ICE de la peor es 14% (gráfico 3).
El indicador de competitividad estratégica acerca de las experiencias de aprendizaje tecnológico ocupa la segunda posición entre los cinco indicadores, con un valor de 50,6%.
Nuevamente las empresas de consultoría son las que tienen el mejor desempeño promedio, 61,9%, superando por siete puntos a las empresas de manufactura y por más de treinta puntos a las empresas de construcción y servicios a los campos petroleros. Sin embargo, las comparaciones entre diferentes tipos de empresas debe considerarse con cuidado, pues en esta categoría de análisis (aprendizaje tecnológico) es donde existen las mayores diferencias entre tipos de empresas.
La actividad elemental de aprendizaje tecnológico es, posiblemente, el manejo de información. El indicador alcanza un valor de 85% (aunque es conveniente matizar este aspecto constrastando estos resultados con los obtenidos en cultura de la información). Las empresas de ingeniería y consultoría alcanzan un valor superior a 90%, aproximadamente diez puntos más que el resto. Esta diferencia se debe a que las empresas de manufactura y construcción son menos sistemáticas en cuanto a registro y documentación, alcanzando sin embargo valores superiores a 70% (gráfico 6).
El indicador de la capacidad para la negociación y adquisición de tecnologías incorporadas en equipos es de 55,1%. La mitad de las empresas poseen experiencia en la adquisición de tecnologías definidas exclusivamente por ellos, mientras seis de cada diez han incorporado especificaciones adicionales. Esta experiencia acumulada puede constituir un importante punto de partida, ya que la negociación inteligente es, sin duda, una de las claves para avanzar en el desarrollo tecnológico. Las mayores debilidades se perciben en las empresas de construcción, pues el indicador tiene casi veinte puntos menos (gráfico 6).
Gráfico 6
Pasos del aprendizaje tecnológico: búsqueda de
información y negociación de tecnología
El indicador de aprendizaje tecnológico para las empresas manufactureras es de 48,3%. Cerca del 80% de las empresas manufactureras poseen experiencia en la adaptación, tanto de maquinarias como de equipos de control. El indicador de desarrollo de productos alcanza 68,5%, aun cuando la actividad de copia de productos es significativamente menor (38,9% de las empresas). Por su parte el indicador de automatización de la producción llega a 50%. La mayor debilidad mostrada por este grupo de empresas se refiere al diseño y fabricación propia y de equipos, ya que el indicador apenas alcanza el 22,6%, mas aun cuando el principal aporte es realizado por la fabricación de partes, sin duda la menos exigente en términos de aprendizaje.
El indicador de aprendizaje tecnológico en las empresas de ingeniería y consultoría es ligeramente superior al de manufactura: 50,6%. Las mayores capacidades están en la de modificación de procesos y el diseño de sistemas de control, con valores superiores a 70%. El control automático de procesos es realizado por la mitad de las empresas, mientras menos de 30% de las empresas posee experiencia en el control no programable y la ingeniería de reversa. Esto último es particularmente grave, pues los países asiáticos han demostrado que la ingeniería de reversa es una de las fuentes más fecundas de aprendizaje y mejora de la competitividad de las empresas industriales, aunado al hecho de que las empresas de consultoría deberían aplicar y contribuir a difundir las mejores prácticas existentes.
La situación más crítica en términos de aprendizaje tecnológico es la que se refiere a las empresas de construcción y servicio de campos petroleros, puesto que el indicador apenas alcanza un valor de 16,4%. Entre las actividades de diseño e implantación el 35,7% de las empresas afirma realizar inspección y control de obras, en orden decreciente el diseño y especificaciones (21,4%) y la operación normal de pozos y el diseño y especificaciones de instalaciones conexas (14,3%). En cuanto a la automatización de los servicios, los valores más altos corresponden a control no programable y CAD / CAM (21,4%), mientras las funciones de control remoto de funcionamiento y el control automático programable de pozos apenas son realizados por el 7,1% de las empresas. Estos datos son reveladores de que las actividades desarrolladas por estas empresas son de un contenido tecnológico muy bajo.
La distribución de las empresas según la clasificación por niveles del indicador de aprendizaje tecnológico muestra que 10% de las empresas alcanzan un nivel excelente (ICE superior a 80%), 27% tiene un nivel alto (ICE entre 60% y 80%), 31% de las empresas alcanza un nivel medio (ICE entre 40% y 60%), mientras el restante 33% de las empresas tiene un nivel de aprendizaje tecnológico bajo (gráfico 2).
El párrafo anterior revela un alto grado de dispersión. La distribución del indicador de aprendizaje tecnológico
muestra que la amplitud entre el primer (ICE = 34%) y tercer cuartil (ICE = 68%), donde se concentran la mitad de las empresas es de 34%, mientras el ICE de la mejor empresa alcanza 100% y el de la peor es igual a 0% (gráfico 3).