María Elena Herrera Brandt y Concetta Esposito de Díaz
En relación a las condiciones de los factores, se observó que las empresas cuentan con infraestructura, maquinarias y equipos, ubicación geográfica, mano de obra, recursos naturales, calidad en la materia prima y potencialidad para asimilar tecnología. Sin embargo, la limitación fundamental observada en seis de las empresas es la que se deriva de la dependencia de las importaciones de insumos que encarece y dificulta la producción de bienes finales y el acceso a materias primas nacionales, sólo una contestó utilizar únicamente materia prima nacional.
En las condiciones de la demanda, reflejaron amplias fortalezas, pues tienen capacidad para enfrentar a competidores locales y para ampliar su demanda local e internacional pues conocen las condiciones de otros mercados. Las debilidades se detectan en la falta de elaboración de estudios de mercado que permitan obtener información oportuna, detallada y fidedigna que midan los cambios e innovaciones del entorno incrementando la incertidumbre y el consiguiente riesgo.
Las industrias relacionadas y de apoyo presentan una fortaleza dentro de las empresas sujeto de estudio, reportan conocer bien a sus proveedores, les hacen seguimiento y llevan a cabo algunas acciones buscando mejorar la calidad y oportunidad de los suministros. Esto les permite, disponer de una vía rápida hacia la información y los incentiva a innovar. Una rémora significativa en este aspecto se centra en que la escasez de proveedores conduce a que las empresas no estén totalmente satisfechas con el servicio que le prestan.
Las estrategias, estructura y rivalidad de las empresas son una fuente de ventaja competitiva porque poseen calidad del producto y capacidad de negociación. Los dueños de las empresas están involucrados activamente en sus negocios, los empleados se sienten identificados con la empresa por ser pequeñas y la gerencia es familiar. Sin embargo, presentan dificultades en precios de exportación y fundamentan su estrategia de comercialización más en los acuerdos de integración que en avances tecnológicos.
El papel del gobierno nacional suscita reacciones comunes en el empresariado de este sector ya que casi todos coinciden en que sus decisiones (las gubernamentales) influyen en su estructura de costo y de que no asume políticas tributarias nacionales que ayuden a mejorar su competitividad internacional. En cambio las políticas gubernamentales regionales las perciben beneficiosas, como son las rebajas o exoneraciones impositivas lo que les crea expectativas positivas en el corto plazo.
Las empresas no aprovechan las ventajas comparativas que otorga un país productor de petróleo, ya que éstas se dedican a la elaboración de productos finales relacionados con la fabricación de cosméticos, medicinas, pinturas para vialidad y de velas. Excepcionalmente, se encontró una empresa que procesa e industrializa el Aloe Vera, el cual se vende como bien intermedio para la industria cosmética en el exterior.
Tradicionalmente la política petrolera nacional no ha coadyuvado al desarrollo industrial del sector, ya que se ha orientado a la exportación primaria del petróleo, y no a la generación de valor agregado a través de la industria petroquímica. Ello trae como consecuencia que las empresas locales no cuentan con insumos nacionales a precios competitivos y en las cantidades requeridas.
El monopolio por parte del Estado de la industria petroquímica ha limitado la aparición de pequeñas empresas privadas que se desarrollen dentro de esta actividad, coartando las posibilidades de desarrollar tecnología autóctona, que permita integrar verticalmente al sector tanto aguas arriba (producción primaria) como aguas abajo (producción industrial).
Se percibe entre las empresas un rechazo a realizar alianzas con sus competidores y no tienen predisposición gremialista, lo que impide que se consoliden como un sector fuerte dentro de la región que pudiera motivar la puesta en práctica de políticas públicas y las provenientes del sector privado, dirigidas específicamente a mejorar las carencias del sector químico. Estas carencias se reflejan tanto en los aspectos educativos (creación de centros y cursos de formación en el área química y de investigación y desarrollo), como en el área de infraestructura especializada (financiamiento de equipos de cierta complejidad que requiere de importante inyección de recursos financieros).
Propiciar entre ellas la creación de cadenas productivas (proveedores, competidores, empresas conexas o complementarias), fortalecer la posibilidad de formar alianzas y establecer encadenamientos entre las empresas de la región, para lograr la interacción real de procesos productivos entre industrias relacionadas y la vinculación a actividades productivas del sector primario. Caso emblemático del sector químico, el de la producción de aloe vera en diversas modalidades (pasta concentrada, aloína, gel) y el procesamiento de la misma para la producción de bienes farmacéuticos y cosméticos que tienen alta demanda en el mercado interno y externo.
Establecer programas de asociaciones estratégicas y de cooperación entre las empresas del sector, formando alianzas que fortalezcan la capacidad de negociación con proveedores a fin de minimizar las dificultades para importar y para acceder a la materia prima nacional fácilmente, así como planes educativos dirigidos a los gerentes que permitan ampliar la visión del negocio, basándose más en sus propias capacidades y aptitudes empresariales, que en el apoyo gubernamental.
Acceder a las instituciones financieras del Estado a fin de adquirir los equipos requeridos para la ampliación y desarrollo de las empresas químicas en la región pudiéndoles asignar líneas de crédito para proveer un flujo de recursos oportunos a las operaciones de compra venta de insumos, a la contratación de servicios de consultoría que permitan el acceso a la utilización de los servicios tecnológicos y de investigación y desarrollo.